Con la tecnología de Blogger.
RSS


Bueno, este es mi primer viaje de vacaciones.

 Pronto iba a disfrutar de nuevas experiencias que me forman como persona y como “laowai”(老外) propiamente dicho. Tenía vacaciones porque era el día Nacional de China, debido a la victoria del PCCh, pero dura una semana (inclusive el fin de semana).

El viernes empezaba mi odisea, digo odisea porque cada viaje por China lo es y con razón. Aún no tenía mi pasaporte (护照) ni mi carnet de estudiante (学生证) y ya me estaba poniendo un poco nervioso porque lo necesitaba. El pasaporte es vital como extranjero para el tren y para sacar dinero del banco y el carnet era para obtener descuentos en las zonas de turismo.

A las 14:00 lo conseguí, era muy feliz porque después de una semana y días tramitando en comisaria para que me hicieran el visado con varias entradas por fin lo tengo (lo único que tenía que hacer en comisaría era hacerme una fotografía digital para ellos… menos mal que tenía mi kindle y mi Games Of Thrones a mano…).

Decidí empezar a preparar las cosas (dos horas antes del viaje, algo que no recomiendo, pero como se me da muy bien lo de preparar cosas no tuve ningún percance en ropa/dinero/ganas/motivación etc.).
Y nada, Fernando me dejó su mochila de montaña ¡y al tren que me voy!


Elegimos el tren de las 22:20, el lento, en asiento cama, costó alrededor de 250 yuanes (30 euros aprox), el viaje iba a ser largo… sobre unas diez horas pero por lo menos podría dormir en una cama tranquilito, ya sabía yo la “peculiaridad” de los trenes en china por lo que decían mis profesores así que reservé con tiempo el billete y donde quería, luego os contaré un poco más sobre los trenes…
En fin, la zona VIP tiene 4 camas, en dos literas, y la zona china (la mía por supuesto) tenía 6 camas en 3 literas a cada lado, había espacio entre las literas verticalmente, salvo en la mía, que era la más arriba y aquello me parecía un ataúd… lo malo de las literas es que son muy estrechas  y no podía dormir como a mi me gusta pero debido al cansancio no tarde en reconciliar el sueño (sin contar con los ronquidos y gases de los propios chinos muy amigables) después de eso, el viaje se hizo muy rápido.




Para comprar un billete de tren, recomiendo anticiparlo mínimo 10 días, ¿por qué? Porque los chinos son muy previsores en eso (parece que se dejan la vida en ello) y además, siendo las vacaciones y acercándose el día Nacional os recomiendo que no os arriesguéis a hacerlo a última hora porque perfectamente os podéis quedar en tierra (como nos pasó a nosotros buscando hotel una semana antes, menos mal que pudimos quedarnos en casa de la madre de Urielle totalmente gratis).

Otro dato a añadir es que en los trenes en la salida de cada vagón se permite fumar y los ves ahí, dándole al vicio, recomiendo a los curiosos que os acerquéis porque es una nueva experiencia… muchos chinos no son de Beijing y van por primera vez y no están acostumbrados a ver a un extranjero, cuando te ven, empiezan a decir ““laowai, laowai” mira un extranjero y se acercan y te preguntan muchas cosas”  se presenta una muy buena oportunidad para hacer dos cosas: o pasar de ellos porque estás cansado del viaje o hablar y poner en práctica tu chino hablado y de oído. (Vais a flipar cuando os enteréis de lo que pregunta el chino o cuando no, es normal que al principio os quedéis en plan… ¿de verdad sirvo para esto? Pero el chino es así, una ruleta rusa que merece la pena).

Una vez llegamos a Pekín empezamos a ponernos en marcha.

No hay tiempo para el descanso. Decir que antes planeamos el viaje por zonas que ya había visto y otras que no. Pero para planear cosas siempre es bueno hacerlo con el estómago lleno así que nos dirigimos a una pastelería china (creerme, id, no he probado cosas tan deliciosas y dulces en este país que carece de azúcar…).




Una vez que desayunamos, nos dirigimos a la casa de la madre de Urielle, una vez allí, me encontré con una peculiaridad china (mirad los números que faltan en los pisos).


Exacto, no hay 4 ni 13 ni 14, todo es porque para los chinos el 4 es un número maldito que da mala suerte ( , ) (muerte, cuatro) porque se pronuncia igual y el 13… bueno, algo se les tenia que pegar de nosotros, ¿no?.

Una vez asentados en el piso, empezamos a viajar por Beijing, el primer día tocaba la ciudad Prohibida y la plaza de Tiananmen (天安门)

Y como buen extranjero que adora la cultura china, toca tocar 4 veces (creo que eran 4) las bolas de la puerta de la ciudad, según dicen los chinos, hacer eso da buena suerte.


No se hizo nada más ese día salvo por la noche (en la que fuimos al barrio de Sanlidun, la zona más cara y más extranjera de la ciudad) pero era el único sitio donde había absenta decente y cerveza belga, aquello parecía la ONU de la cantidad de extranjeros que había, incluido españoles, gente que estaba de beca en Tianjian, Xiamen y que habíamos coincidió en Beijing porque en sus zonas apenas había españoles (lo bueno es que tengo “alojamiento free" para el gran viaje que estoy planeando hacer en Enero).

Llegó el día de la Fiesta de la Luna, fue para mi, el mejor día en Beijing, porque hice algo que nunca he llegado a hacer (incluso durante los últimos dos viajes a Beijing), amigos de mi amiga Urielle y de su madre nos invitaron a contemplar la luna en el antiguo y destruido palacio de Invierno en Beijing (donde solo queda el parque), aquello me causó una grandísima impresión, no porque ya tuviera contactos con importantes profesores en Beida (cosa que vale su peso en oro si quiero hacer un master allí) sino porque…¡ era el palacio de Invierno!.

Mezclado en la noche, podéis ver la belleza del paisaje, en medio del lago, de flores de loto, de luces y de la luna… aquello era un lugar muy romántico.










Decir que los mooncakes que nos dieron estaba muy ricos, son caros pero son los típicos dulces que se comen en esta festividad, cada uno sabía a algo diferente y aquello  se parecía a los famosos caramelos de Harry Potter, donde cada sabor era una sorpresa y podía estar bueno o estar mal (por el gusto occidental, decir que yo tuve suerte y todos los que cogí estaban muy buenos).



Ese mismo día fuimos a un barrio cerca de los futones y de cuyo nombre no me acuerdo. Con amigos chinos de Urielle que estudian italiano y otras cosas, por lo cual la comunicación pudo ser más fluida, nos tomamos algunos cócteles y estuvimos hablando, nos intercambiamos el número QQ y más amigos hice por la zona. Todo esto es espectacular, cada vez me alegro más de estar un año en China, algo que me lo he merecido a base de esfuerzo y trabajo constante.

El día de la Fiesta de la Luna, una china, amiga de la madre de Urielle nos regaló un posavasos hecho a mano por niños huérfanos. según nos contó, los vendían para el orfanato, ella al verlo, los compró todos y los regaló. Nos dijo una frase muy especial: "El amor con el que hicieron estas cosas debía de expandirse a otras personas, yo lo vi  los compré y ahora os lo entrego a vosotros para que el amor y las buenas acciones se expandan también hacia vosotros".


Dicen que los hombres también lloran, ahí se me escaparon unas lágrimas.
Sigo vivo y muy feliz, prácticamente estoy viviendo un sueño y me gustaría que la gente como yo, lo viva, que no sea rencorosa, dañina y tergiversadora, que se haga un espejo en el alma, se ponga frente a un espejo y diga: ¿Qué soy yo y qué hago con mi vida? 

A veces la envidia puede resultar perjudicial, tanto para el envidioso como para el envidiado, aunque según dijo Montesquieu (creo): Prefiero que se hable mal de mi a que no se hable.

Estas cosas son las cosas de la otra China, de la china más amable y buena, de la “comunista” en pos de buscar la felicidad sin necesidad de enriquecerse… a mi me conmovió

Y bueno, para finalizar este post ,aunque debería contar mil cosas más, os muestro algunas fotografías del Museo Nacional de Historia Antigua (deber mío verlo como historiador) situado en Tiananmen .




.
Templo del Cielo

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

read comments